Babilonia Literaria 
UN INTENSO VIAJE INTROSPECTIVO
El dolor está ahí, omnipresente. La impotencia de no poder remediar las causas que generan ese desasosiego las transforman en una cicatriz que se trata de disimular. A veces parece que eso se logra y genera una suerte de alivio. Pero el hecho está y ante el mínimo estímulo emerge. Un gran esfuerzo conlleva enfrentarse cara a cara con el origen y las consecuencias de esas circunstancias traumáticas.
Estas vivencias conforman la esencia de la nueva novela de Claudia Piñeiro. Aquí la protagonista, nacida como María Elena Pujol, se transforma en Marilé Lauría y luego en Mary Lohan. Los tres nombres conforman el mismo ser, aquel que huyó a causa de una tragedia y ahora debe regresar.
En este viaje interior se narra, en primera persona, cómo asumir el dolor. Y el asumirlo es el primer paso para remediarlo.
“Porque el dolor solo se puede contar así. El dolor, el desgarro, la huida, el partirse en mil pedazos que nunca volverán a unirse, la mirada lejana, el abandono, el abandonarse, las cicatrices, solo se pueden narrar en primera persona”.
Ella cree que cambió y eso le permite armarse interiormente para recrear esos espacios, lugares y personas que dejó en el pasado.
Con una creativa estrategia narrativa, la autora de “La viuda de los jueves” “Betibú” y “Un comunista en calzoncillos”, permite que Mary Lohan vaya revelando poco a poco ese hecho que la hizo huir, su vida en el exilio y aquello por lo que regresó. En “Elena sabe”, Claudia Piñeiro ya demostró que logra transmitir físicamente el dolor y en “Una suerte pequeña” queda nuevamente explícita su capacidad para describir ese sentimiento de desgarro.
Sin embargo, la historia no deja el sabor amargo de la tristeza o el desasosiego. Se apuesta por la vida y allí también la suerte, aunque pequeña, juega un papel importante.
Intensa y recomendable historia de una de las más destacadas novelistas argentinas contemporáneas.
