Te presentamos hoy la oportunidad de conocer un poco más el Palacio Dionisi y las muestras que se exponen allí actualmente. ¡Ideal para visitarlo el fin de semana!
Nuestra ciudad tiene una gran riqueza en materia de Artes Visuales por eso hoy te traemos un recorrido virtual y express por las muestras que están exhibidas en el Museo Provincial de Fotografía, Palacio Dionisi (Av. Hipólito Irigoyen 622) que pueden visitarse hasta el 24 de noviembre de este año.
El mismo, funciona de martes a domingos y feriados, de 10 a 20; los miércoles la entrada es gratuita para todo público y el resto de los días tiene un valor de $50. Por otra parte, está la opción de entrada combinada a Museos Caraffa, Evita-Palacio Ferreyra y Palacio Dionisi con un costo de $100. Estudiantes, jubilados y personas con discapacidad que presenten acreditación, tienen entrada gratuita.
Sala Cero: «Relación x: archivo en quiasmo». Esta muestra fue creada por Efimerodramas, un grupo conformado por Soledad Sánchez Goldar, Luciana Irene Sastre, Indira Montoya, Rodolfo Ossés, Sebastián Huber. El proyecto investiga y produce desde los sistemas minimalistas repetitivos, el arte de acción y la escritura performática como registro.
Salas 1, 2 y 3: «Exposición automática» del cordobés Gonzalo Gutiérrez, describe el impacto que tiene la fotografía en la vida cotidiana a través de nuevas tecnologías y las redes de información. El concepto con el cual trabajó se encuentra fundamentado con la idea de rutina y repetición en la vida cotidiana, la hipervisibilidad y la pérdida de privacidad.
Salas 4, 5 y 6: «El misterio del niño muerto», de Flavia Da Rin. Las fotografías de Flavia Da Rin -Buenos Aires, 1978- se nutren de la cultura pop como estructura visual, pero sus personajes, todos representados por ella misma, provienen tanto desde la literatura, la publicidad, la historia del arte y la televisión quienes toman vida a partir de su propia ficción.
Salas 7, 8, 9, 10 y 11: «La persistencia de la luz. Retrospectiva de la mirada que habita» del fotógrafo Jorge Martin. El artista intervino algunas salas de la planta alta del museo, utilizando el recurso de la cámara obscura y generando dentro de ellas una imagen proveniente del exterior.
Sala Documentos: «Revelando historias», de Fototeca Museo Pujia. La muestra propone compartir la historia de la Familia Pujia y su tradición como fotógrafos, exponiendo parte de la colección fotográfica conservada por cien años en manos de la familia.
Sala Geografías Latentes: «de donde SOY. 32°24’37” 63°13’53” » por Fernando Fulcheri. Esta sala del museo está destinada a exhibir obras de fotógrafas y fotógrafos del interior de la provincia de Córdoba. En esta ocasión, presenta el trabajo de Fernando Fulcheri, oriundo de Villa María.
Sitio Multimedia: «Acciones para conjurar la impermanencia» de Celeste Martínez A través de un registro documental audiovisual, Celeste Martínez reflexiona sobre el acto de bordar una memoria en un espacio atemporal.
El Museo de Fotografía permite con estas muestras, que como público nos adentremos en cada sala, a distintos mundos, espacios, y realidades, que nos llevan a conectar con distintas emociones. El fotógrafo Jorge Martín, con su intervención, permite ver «cómo ven» las cámaras antes de que la imagen que tomamos llegue a nuestros ojos, y descubrir uno de los primeros dispositivos que nos permitieron llegar a la tecnología con la que contamos hoy.
Una muestra que despierta curiosidad también es la de Flavia Da Rin, porque sus obras salen del clásico mundo de la imagen fotográfica. Cada imagen en particular y la obra en su totalidad, juegan con la imaginación, con la atención, con la creación de contextos y personajes que se revelan como uno, cuando se los indaga al salir de la lógica y la estructura.
Instantes de introspección y quietud se pueden sentir con la propuesta multimedia de bordado y «Relación x», admiración por la historia en la Sala Documentos, e inquietud con la «Exposición Automática», que muestra nuestra realidad con crudeza. «De dónde SOY» deleita con sus colores y visiones de lugares simples, que están en nuestra cotidianidad, y pueden -sin dudas- ser arte.