En “El peligro de estar cuerda”, Rosa Montero nos entrega un relato fascinante que va de la autobiografía al ensayo, pasando por experiencias personales y curiosidades sobre escritoras y escritores de los todos tiempos. El texto se centra en la cordura y en la locura, pero especialmente en ese límite tan sutil que las separa y que en algunos casos también las fusiona.


“Mis admiradores creen que me he curado, pero no; solo me hecho poeta”, esa es la frase de Anne Sexton con la que se presenta el libro (también hay otras muy geniales de Pessoa y Shakespeare). Desde ese momento Rosa Montero deja muy en claro de qué van estas páginas: un texto que a medio camino entre la autobiografía y el ensayo ahonda sobre ese extraño –y probablemente inevitable- maridaje entre la creación y la «locura».
El primer interrogante asoma desde el inicio: ¿Qué es “lo normal”? ¿Existe la normalidad? ¿Acaso no tenemos todos algunas divergencias? Incluso más adelante, la autora reflexiona sobre aquello en lo que la humanidad se parece y esa particularidad que hace que cada uno sea, a su vez, único y diferente.
Allí emerge la semilla embrionaria de un texto fascinante que nuevamente deja entrever el oficio periodístico de Montero (con datos estadísticos, curiosidades, una enorme investigación sobre la vida de autores y autoras) sin dejar de lado su otra faceta –la de la escritura- que despliega con lucidez y una narrativa envolvente.
El arte de estas páginas está justamente en ofrecer un relato ágil y entretenido, en donde algunas experiencias personales de Montero se van fusionando con textos que ahondan sobre procesos creativos de escritores, historias de vida y una cuidada exposición de algunas de las patologías más frecuentes. Ataques de pánico, ansiedad, bipolaridad, esquizofrenia, obsesiones y tantas otras aparecen para poner luz y hacer foco en un tema complejo: ¿existe algún lazo que una a los procesos creativos con la pérdida –tal vez solo momentánea- de la cordura? Incluso cuando se refiere a creación, Rosa Montero se detiene especialmente en los novelistas. ¿Qué extraña pulsión mueve a aquello que conocemos como “inspiración”? ¿Hay tal vez algo de locura en lo que solemos denominar “imaginación”? ¿Quienes escriben necesitan vivir otras vidas a través de sus personajes? ¿Cómo funciona esa disociación entre lo real y lo ficticio?
En este libro hay relatos angustiantes, dolorosos, desopilantes, curiosos y otros muy divertidos. Un mix de contenidos y sensaciones que la autora dosifica de manera magistral.
Las pérdidas abruptas de la infancia, la soledad, el miedo y tantos otros temas forman parte de esta obra maravillosa y reveladora que dejará al lector con muchas preguntas sobre sí mismo. Tal vez allí resida su mayor logro.