Juan Iñaki presenta Vórtice (Los Años Luz Discos), séptimo álbum del cantante y compositor, que refleja su inquebrantable compromiso con la exploración creativa. En esta propuesta Juan no sólo se sumerge en la producción artística y la composición, sino que también aporta su talento a los arreglos y el diseño sonoro.
En Vórtice las diferentes orquestaciones con instrumentos acústicos convergen con filtros, samplers y elementos electrónicos, enfoque que crea una experiencia auditiva única a nivel musical. En el corazón de este disco se encuentra la celebración de la voz humana: tanto la palabra hablada como la cantada se convierten en la gran madre sonora que guía el flujo y reflujo del álbum.
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Juan Iñaki comparte este espacio con una notable variedad de invitados, que incluyen a Susy Shock, Paola Bernal, Jenny Náger, Mery Murúa y la vibrante Murga del Desasosiego, que se formó especialmente para esta ocasión.
Las canciones de Vórtice, varias de las cuales son composiciones propias de Juan Iñaki, están inspiradas en influencias que han marcado la trayectoria del artista. Desde la riqueza de la música latinoamericana hasta las vibraciones del jazz, MPB, la africanidad y la música académica, el disco es un testimonio de la diversidad musical que lo ha nutrido a lo largo de los años.
El álbum también contiene composiciones destacadas de colaboradores como Jenny Náger, quien se inspiró en un poema de Fernando Pessoa, así como contribuciones de Cecilia Fandiño y Gabriela Borioli. Franco Dall’amore, miembro clave en el proyecto, también aporta su talento en este lanzamiento.
Dice Juan Iñaki: “Este disco nació por supervivencia. Un poco antes de la pandemia tuve la necesidad de mirar seriamente hacia adentro. El encierro acentuó ese sentimiento y decidí concentrarme en las canciones: en las mías principalmente, y en las que me rodean, las de los amigos que participaron de la producción, la familia.
Cuando sentí que había un puñado que me convencían, comencé a grabar. A medida que el proceso de grabación avanzaba, empecé a percibir el factor aglutinante: la diferencia. Profundicé en esa idea: cada canción lleva una orquestación diferente. Si bien hay elementos comunes que hilvanan el criterio, tanto desde el sonido como desde las palabras. A grosso modo, todo se sustenta sobre la idea de un gran collage. Fue una excusa para retomar papel y lápiz, aprender a usar Pro Tools, para pasar muchísimas horas aprendiendo el quirúrgico trabajo de la edición. Fui tras algo que no sabía hacer, pero sí sabía cómo quería que sonara.
Un Vórtice es el centro de un torbellino, un refugio de silencio en medio de la tormenta. Esa imagen era recurrente durante la grabación. Precisaba una palabra que, en su sonar, sintetice todo ese rollo”.
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